El yate a motor Azimut 88 es un santuario de luz y elegancia. Desde el amanecer hasta el atardecer, la luz natural inunda cada rincón, reflejando los cálidos tonos del atardecer, el brillo del sol del mediodía o la serenidad del puerto. En la cubierta principal, la luz se convierte en un elemento distintivo, acentuando las líneas limpias y geométricas de la sofisticada decoración. Baila sobre superficies lacadas, suntuosas telas y detalles de espejo, como la elegante división entre el comedor y la cocina, creando un ambiente de refinamiento atemporal.