La obra de Alfredo De Stefano se sitúa entre la fotografía conceptual y el Land Art, utilizando el desierto como un lienzo de intervención efímera. A través de materiales como fuego, hielo, telas y luz, transforma el paisaje en escenarios de contemplación y metáforas visuales sobre la soledad, el tiempo y la relación del ser humano con la naturaleza. Su proceso creativo combina planificación y exploración intuitiva, adaptándose a las condiciones del entorno para capturar imágenes que van más allá del simple registro. La luz y la geometría son esenciales en su lenguaje visual, creando composiciones que dialogan con la inmensidad del paisaje. Más allá de la fotografía, ha expandido su obra a experiencias multisensoriales como "Tormenta de Luz", donde combina imágenes, música orquestal e inteligencia artificial, y su película "BURN", que explora el fuego como símbolo de destrucción y renacimiento. Para De Stefano, el desierto es más que un escenario: es una metáfora de lo efímero y lo eterno, donde la ausencia se convierte en significado. Su obra nos invita a mirar más allá de lo evidente y a experimentar el arte como acto, transformación y memoria.